Hoy es el día en que el COI elige a la ciudad sede de los Juegos Olímpicos de 2016. He intentado esperar al último momento para dar mi opinión para intentar clarificar la que tengo, más que nada. Y aparte, hacer ahora un pronóstico es un modo de quedar mal si no se cumple. Pero bueno, ahí van mis conclusiones provisionales:
Dejando a un lado las probabilidades de ganar y ahora que me he arriesgado a que me tiréis a la cabeza mis predicciones en unas pocas horas si no acierto, cabría decir si estoy o no a favor de las olimpiadas en Madrid. Eso es lo que no tengo tan claro. No tengo dudas de que es una ciudad que quiere los juegos y no veo por qué no se los merezca. Pero reconozco que me da pereza. Fijaos en la brasa que han logrado dar en una semana con lo de la elección. No me quiero imaginar si ganan cómo tendremos Madrid 2016 hasta en la sopa. Por otra parte, para lo que son los ciudadanos de a pie, unos juegos se traducen en unas plazas hoteleras que no disfrutaremos, unas entradas a precios de oro, medidas de seguridad agobiantes que coartarán nuestras libertades, unos precios inflados durante todo ese año hasta en el pan para intentar generar beneficios (sólo hay que ver lo que fue la expo de Zaragoza) y un dinero gastado en unas instalaciones que no está claro que no languidezcan después, tipo Barcelona, o se coman el escaso dinero municipal y no quede como para satisfacer otras necesidades más pedestres de los madrileños.
Así que en conjunto pienso que nos vendría bien en estos tiempos de crisis para tener si no pan al menos circo romano, que falta nos hace divertirnos con algo cuando el paro no nos está dejando ni ojos para llorar. Pero a la vez semejante marketing patriótico, el "cómo nos queremos todos" y los eslóganes y pegatinas me dan pereza porque los preveo cansinos y a la postre poco prácticos. Pero sobre todo lo que me quema es que tendríamos espíritu olímpico a espuertas durante los próximos cuatro años, y eso perdonen, pero eso sí que no.
Los juegos tienen muy poco de favorecer la amistad, la competición libre y sana, de deportividad y a las pruebas me remito. El dopaje campa por sus respetos al ir más avanzado que los análisis para detectarlo ¿dónde queda el ejemplo para los jóvenes? En las pasadas olimpiadas Bessonova reclamó una nota en mazas injusta y se vio a las juezas contando el fajo de billetes que tuvo que dar para reclamar, ¿eso también es espíritu olímpico? Me gustaría ver a Nadal sacando la cartera cada vez que quisiera usar el ojo de águila. También una nadadora japonesa de natación sincronizada sufrió un desmayo durante la competición y sus compañeras fueron penalizadas por "utilizar de forma deliberada el suelo durante la rutina". ¿Es un valor también loable a transmitir la falta de solidaridad con una compañera si quieres ganar?
Pero es que todo empieza con la elección misma de la sede. Los enviados de las ciudades candidatas se gastan un pastón en habitaciones, comilonas, regalitos y lo ellos llaman hacer de lobby, que no es otra cosa que un soborno descarado para que te voten. Si un político acepta un traje la tenemos liada, pero aquí nos parece genial tener a deportistas, reyes y jefes de estado pagando las cañas con nuestra pasta a un conjunto de vividores, de los que ni siquiera todos han ganado medallas con el sudor de su frente, tipo Alberto de Mónaco.
Mmm bien pensado, sí que me alegraría de que Madrid ganase sólo por darle en los morros a un señor que quiso utilizar el tema del terrorismo de un modo tan desleal. Eso sí, como nos la den cambio de oposiciones y me paso a las de ermitaña. A otra con ese espíritu olímpico.