Aquí no hay quien estudie  

Posted by aliere in , ,

Hoy vengo de una bonita sesión de estudio en la biblioteca. Hace poco que creía haber descubierto un paraíso en pleno proceso opositoril, porque mis salas de estudio de siempre están plagadas ahora de universitarios que quieren recuperar en un mes lo que no hicieron en todo el curso.

Para alguien que se pasa el año en estos menesteres es una gaita no sólo que te quiten la mesa sino que además todos parecen responder a alguno de estos prototipos:
  • Las amiguísimas: se pasan el día hablando y de vez en cuando dejan tal estresante actividad para tomarse un café o ir al baño, por supuesto juntas.
  • Las "no sin mi móvil": pasan la tarde mandando mensajitos y quejándose de que fulanita es una borde, que le ha dado cinco toques hoy y no se los devuelve. Jo.
  • Las barbies: todo el mundo sabe que el traje oficial del que estudia es el pijama, el chándal o la primera combinación que haya aparecido por el armario si quiere hacer un día un poco más especial. Ellas no. Ellas se pintan el ojo, se ponen modelos imposibles, escotes palabra de honor y tacones para ir a estudiar. Pobres, se piensan que van a la pasarela Cibeles.
  • Los hormonados: van a pasear los apuntes, porque el resto del tiempo se lo pasan besuqueándose. Eso cuando no les pillas magreándose y tú ahí, con el café que se te pone cuando hace tiempo que no ves al costillo y conteniéndote las ganas de gritarles "¡Degenerados! ¡Iros a un motel!".

El caso es que todas las bibliotecas estaban llenas menos aquella. Un edificio coqueto con enormes ventanales situado justo en el centro del parque más grande de la ciudad. Al lado de un quiosco de música de los del siglo XIX, con vistas a los niños que juegan, los viejecitos que pasean y los pavos reales. Un paraíso para la vista, de hecho, estas eran las vistas:





Sí, paraíso. Que en la sala haya mosquitos pase, pero que en tres horas haya tenido a la vez a los pavos chillando histéricos en pleno ritual de apareamiento, un torneo de petanca con su correspondiente retransmisión y a la banda de música del ayuntamiento tocando en el quiosco de música, con su tuba y todo... ya es un poquito de mala hostia ¿no? Sólo faltaron las risas enlatadas de fondo.


Y vosotros, ¿alguna vez habéis tenido una serie de catastróficas desdichas mientras intentábais estudiar o concentraros en algo?

Carteles curiosos IV  

Posted by aliere in ,

Estos días de inactividad me he encontrado con gratas sorpresas en mi bandeja de correo. Parece ser que mis lectores acudís en ayuda de mis pobres neuronas, castigadas por la oposición, proponiéndome temas interesantes. Así que voy a ir publicando todo lo que me habéis estado mandando. Muchas, muchas gracias, sin vosotros esto no sería posible.

Comienzo con una nueva remesa de carteles curiosos, y para abrir boca nada mejor que:

Un rico helado de niños, mmm... (cortesía de Mercenaria).



¿Tará rico el coreano a la barbacoa? (cortesía de Deirdre).



Con este nombre seguro que está rica la cervecha




Y la fruta ni digamos...




Pero yo en este kebab turco no me pido un falafel ni en broma, puaj (cortesía de Auriga).




Pero uno de mis preferidos es el de cierre de esta tienda de tatuajes en Semana Santa, porque me confieso que el costillo y la menda hemos tenido algo que ver en su concepción. ¡Somos incorregibles!

Burocracia 2.0  

Posted by aliere in , ,

¿Recordáis a la tortuga de Mafalda?



Pues bien, últimamente estoy asistiendo a un ataque agudo de burocratitis. Han salido ya las convocatorias de las oposiciones a secudaria y eso significa multitud de papeleo por duplicado y triplicado, compulsas, informaciones contradictorias y nervios. Los últimos ardides de la burocracia para conseguir que por fin me declaren loca de atar están siendo:

- Empeñarse en pedir sólo certificados de asistencia a cursos. Si participaste como ponente, con la de tiempo que te quita eso y lo difícil que es de conseguir, se la trae al pairo. Así que corriendo a pedir certificados de asistencia a cursos de cuando mi abuela no usaba cachaba y rezar para que lleguen a tiempo.

- Emperrarse en solicitar publicaciones originales. Las preguntas que yo me hago son: ¿cómo me aseguro yo de que van a enviar mis tochos a otra provincia? ¿para qué los quieren si no hay modo de asegurar que yo soy efectivamente quien los ha escrito y no otra persona con mi nombre y apellidos, que son bien corrientes? ¿a quién se le ha ocurrido la idea de que voy a mandar libros por un valor superior a 100 leuros que no me piensan devolver?

- La RENFE sigue sacando los billetes cuando le sale de ahí y sin tarifas baratas y tras la experiencia con el último ALSA, en el que tuve que indicarle al conductor por dónde salir de la ciudad después de que saliera con media hora de retraso, no me han quedado ganas de repetir más que por raíles.

- Pero lo mejor es que, como me va la marcha, no contenta con esto he decidido renovar mi móvil con Orange. Si alguien está en esta compañía (si no da un poco igual porque todas funcionan de modo parecido), se habrá dado cuenta de que para conseguir un móvil un poco decente o hay que gastarse el sueldo en llamadas o no hay nada que rascar. Todas las ofertas buenas son para gente que viene de otras compañías. Y no creáis que pido un móvil de última generación, táctil, con internet, ni ná de ná. Pero hombre, el zapatófono del súper agente 86 ya está un poquito pasado de moda.

Así que toca aguantar otro tipo más elevado de sadismo burocrático, en el que tarda en salirte una operadora la media hora que tienes que aguantar a la maquinita dándote la brasa y haciéndote apretar botones o hablar sola por la calle como una gilipuá. Después de hacerle ver pacientemente la situación a la mujer lo más que hace es ofrecerme el granzapatófono6.000, con menos aplicaciones que el granzapatófono9.000 pero igual de divertido, al precio de 9 euros. Cuando intento delicadamente decirle que no me parece normal pagar semejante cantidad por un zapatófono poco mejor que el anterior, que al fin y al cabo sólo sirve para hacerle gasto en su compañía ¿no va y me dice que ese es el precio de un café hoy en día?

¿Quéééééé?

Perdona bonica, aunque cada vez sea más difícil encontrar un café a 1 euro en mi ciudad sitios haberlos haylos. Así que no se le ocurre nada mejor que decirme que se refería al precio de un desayuno completo. Yo no sé a qué precio desayunáis cuando váis por ahí, pero donde os cobren 9 lereles espero que incluyan "final feliz".

Así que hoy echo el cierre, me voy a pasar un fin de semana de relax junto al costillo y os dejo un par de remedios que son mano de santo si alguna vez la burocratitis amenaza su salud mental. A mí al menos me han dejado bastante más tranquila:

Remedio 1



Remedio 2: click
Pueden abrirlo sin ningún problema, que no es ningún virus, palabrita del niño Jesús, y ya me contarán qué tal les va. Un consejo personal: muchas termitas y... usen la imaginación.