Aparte de eso, siempre escogían los temas más aburridos y de letras más deprimentes. Por ejemplo: "¡Oh, pecador! ¿Dónde vas errante? (3 veces) ¿A dónde irás?" Qué mal rollito, sobre todo la parte de "Busca la paz, el mal te está acechando". Aún me pregunto por qué el cancionero se llamaba "¡Alégrate! Pueblo de Dios".
Así que antes de aguantar aquel bodrio prefería tocar yo. A los críos les chiflaban las nuevas canciones, pero ahora las viejas se quejaban de que cada vez tocaba más deprisa. No lo suficiente, pensaba yo para mí. El caso es que aquellos domingos tocando me enseñaron algo importante: los guitarristas se tiran un moco que no veas. No hablo de los que tocan guitarra española clásica o flamenco, Dios me libre. Me refiero a que casi todas esas canciones, igual que la mayoría de la música pop, son más simples que una baldosa blanca.
¿Quieres triunfar en el pop? Pues sólo necesitas cuatro acordes. En realidad con la tónica, subdominante y dominante irías bien, pero la sexta menor lo hace parecer más interesante. Y si no mirad:
Y si a esos cuatro les añades unos pocos más ya ni te cuento. Como nos demuestra este humorista en un video un poco más antiguo pero que no tiene desperdicio. Este Pachelbel hoy en día se estaría forrando a derechos de autor, ¡si no hacen más que plagiarle!