Lo que me está costando enero  

Posted by aliere in , , ,

No sé cómo habréis empezado el año vosotros, pero si yo pongo un circo me crecen los enanos. Pasé Nochevieja enferma, algo que se está convirtiendo en tradición. Bien pensado el año pasado me fue bien, así que creí que no tenía de qué preocuparme. Pero me equivocaba. En tan poco tiempo la lista de sucesos pequeños pero tocapelotas han ido aumentando exponencialmente.

Por si estudiar oposiciones no fuera de por sí suficientemente malo, acabo de perder todos mis esquemas. Mi trabajo desde el verano hasta ahora duerme en algún asiento de un ALSA, olvidado. Y después de esto, tengo que aguantar las broncas de los padres, directores y niños y de mi jefe por las broncas de los padres, directores y niños. Todo ello a pesar de que yo soy la damnificada, leñe.

En medio de este ambiente de cuesta de enero, que voy a necesitar la biciburra de biciclista para subirla, la gota que termina de colmar el vaso del tocapelotismo está cerca, muy cerca. En nuestro propio hogar. Así que hoy voy a comenzar hablando de un tema espinoso, de una especie que convive con nosotros, que es de nuestra propia sangre pero que intenta precisamente chuparnos las meninges: el hermano gorrón.

No es sólo mi caso, de un tiempo a esta tarde las conversaciones que tengo con gente terminan llevándonos al mismo tema. El de ese hermano que no estudió porque siempre se ha pegado la gran vida o que terminará la carrera con cachaba, que tiene hasta el tatuaje del trasero marcado a fuego en el sofá del salón, que monopoliza el coche de papá y que, por supuesto, no corre con ningún gasto de la casa. ¿Os suena?

Lo curioso es que no hay una ley fija universal que determine qué hermano saldrá gorrón, porque lo mismo es la hermana mayor que uno pequeño consentido. Algunos se limitan a jalarse todo lo que hay en la nevera sin reponer nunca o a dejar un cuadrito de papel en el baño con tal de no cambiarlo. Otros consiguen que los papás le amueblen el piso a su pareja o les vendan un coche a precio de risa pasando por encima de los derechos de los hermanos que lo usan por necesidad más a menudo.

Y sin embargo sí hay una ley que suele cumplirse en todos los casos: los padres se lo conceden todo por lástima. Porque claro, la pobrecita no terminó la ESO o el chico hace chapucillas en una obra y cobra mucho menos que tú. No sé qué extraña idea de justicia tienen últimamente los padres de la gente con la que hablo, pero parece que es castigar al que estudió, al que vive de su trabajo y premiar al que se ha pegado siempre la vida padre y encima pasárnoslo por las narices con frases como "deberías limpiar tú, que tu hermano está estudiando". Sí, ajá, ¿y los fiestones que se monta en casa qué son, trabajos en grupo?

Es curioso, una de las razones que más me han atado siempre a quedarme aquí en lugar de irme a vivir con el costillo de mis amores es que aquí tengo a mi familia y amigos. Pero empiezo a ver que nuestras familias son las primeras que nos empujan a emigrar porque no tienen con nosotros la misma deferencia que se gastan con nuestros hermanos. Y ya no te quiero contar cómo me siento cuando la respuesta de una amiga a mi reducción de empleo y sueldo es "bueno, es que tú ya cobrabas mucho antes".

Siento no haber actualizado tanto el blog como solía. Por ejemplo, la última entrada se publicó sola y tuve que añadirle la encuesta corriendo (aún así me encantaría conocer vuestra opinión, así que os la dejaré un tiempo más). Pero la verdad es que llevo unas semanas que simplemente no tengo ganas. Quiero que se acabe enero YA.

This entry was posted on sábado, 23 de enero de 2010 at 23:53 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

9 comentarios

Ánimo, nena, que te queda poco. ¡Fuera los hermanos gorrones!

24 de enero de 2010, 12:11
Anónimo  

Tienes toda la razón, cariño. Los padres son cualquier cosa menos justos.
Y llegados a este punto en que en casa no te va bien y en el trabajo te han dado por atrás, ¿por qué no te piensas lo de Valladolid? A lo mejor un cambio de aires es precisamente lo que necesitas. Es sólo una idea. Un besote, guapa. <3

24 de enero de 2010, 13:05

Estoy de acuerdisimo con Deirdre. Quizas todo esto sea una señal de que tu destino no esta aqui sino en Pucela, que es el momento de empezar a cambiar. No digo que cojas hoy mismo el macuto y te pires en el primer bus, pero si que empieces a mover los hilos para buscar un trabajo alli. Por supuesto que tu familia y todos los que te queremos te vamos a echar de menos muchisimo, pero preferimos que seas feliz a 300 km. a tenerte aqui todos los dias tristona y flochiflochi....aparte que hoy en dia existen los planazos, las tarifas vitamina, las videollamadas, el mesenyer,el feisbuk, el ALSA, la RENFE, la autopista...

24 de enero de 2010, 13:25

Yo no tengo herman@s, así que soy hijo único gorrón, pero bueno ánimo que nunca llueve que no escampe. La biciburra te la dejo para la cuesta de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, domingos y fiestas de guardar, por eso no hay problema.

Cuídate y pa´lante

25 de enero de 2010, 0:03

El hermano gorrón, una lacra de nuestros tiempos, pero es tal y como dices, total, los pobrecillos no han estudiado o lo están haciendo, y tú, fíjate, cobrando un sueldo que te cae del cielo porque acabste una carrera (o dos) y encontraste trabajo, no eres solidario con ellos...

25 de enero de 2010, 9:44

Gracias Gordi por los ánimos, me han venido muy bien.

Deirdre no te creas, la idea me está empezando a rondar en serio, a pesar de que soy una persona a la que le cuesta un mundo cada pequeño cambio y ese sería uno importante. Me tira un poco para atrás la calidez de sus gentes, sólo comparable a la de su clima. Sé que me costará alejarme de mi vida aquí, pero no cabe duda de que las opos son un plan desesperado en busca de un curro que no sea una mierda, y que si no salen bien, como es previsible, Pucela tal vez deje de ser una parada habitual de tren.

Mercenaria hija, me has llegado al alma con la expresión flochiflochi, porque así es como me siento. Como ya le comenté a Deirdre creo que estos días, por primera vez, empiezo a verme haciendo el macuto y eso en mí es mucho decir. La distancia comienza a pesar, pero por encima de eso es que ya tengo 30 tacos y continuo igual que cuando dejé la carrera, y empiezo a estar un poco cansada.

Biciclista, gracias por el ofrecimiento de la biciburra. Por el momento me conformo con una fartura, café, sidra o lo que sea. Te llamo y concretamos.

Auriga veo que me entiendes, sabía que a alguien más le sonaría el tema. ¿Sabes qué es lo peor de todo del hermano gorrón? Que encima con ellos te entra síndrome de Estocolmo y por momentos te dan hasta penilla. Acabáramos. Del hermano gorrón, líbranos Señor.

Gracias, de verdad, a todos por vuestros comentarios. Creo que no os imagináis lo que me han subido la moral en unos días jodidos por cuestiones de curro. Que Dios os lo pague con muchos hijos. Nah, mejor con muchos intentos ;)

28 de enero de 2010, 0:31

De los hijos paso que luego se me llena la casa de cigüeñas, quita quita, y también de los intentos, porque no tengo yo muy sobrado el sueldo para dejarlo en llamadas a París, jijijij. Esa fartura cuando quieras

31 de enero de 2010, 12:05

Ei!! que no me entere yo que estás pochiflú o como sea! :p
Hermanos gorrones? pues yo no tengo... solo una persona que cuando necesita algo me llama, y cuando no necesita nada... no me llama.... pero eso si, nos queremos mucho! jejejeje
En tema de gorrones, yo tenía a amigos (atentos al tiempo verbal) gente que te robaba todas las esperanazas de ir a mejor, que te sacaban el dinero, que te dicen que si te va bien para ellos estás muerto...
Al final los mandé al carajo y punto, en el fondo eres más feliz! como dice mi gran primo filósofo: sacarse una espina duele, pero más dolerá si dejas que llegue a ser una herida con pus! así que siguiendo su sabio consejo, dejé de llevar el imán para tontos que tenía en el culo y ahora soy más feliz...
Imponte un poco, a veces pegar un grito y parecer egoista no es malo... porque un grito a tiempo se agradece, y parecer egoista no es lo mismo que serlo..
Ánimos, amiga!

11 de febrero de 2010, 23:14

Biciclista veo que estás en plan ahorrador. Haces bien, que no está el presupuesto para llamadas a París ni las piernas para pedalear hasta allí a por el churumbel. Taremos por allá toda la Semana Santa. Malo será no poder arrejuntanos pa una andanza farturil ¿no? ;)

Diego gracias por los ánimos y tus sabias palabras. Creo que mi problema y el de muchos con hermanos o amigos gorrones es que terminamos teniendo una especie de síndrome de Estocolmo. El día que friegan los cacharros tenemos ganas de abrir el champán cuando debería ser lo habitual, por ejemplo, y terminamos como siempre prestándoles dinero, pensando si tendrán razón cuando te quitan las esperanzas...

Eres mi héroe por saber pegar ese grito a tiempo. De mayor quiero ser como tú :)

12 de febrero de 2010, 10:39

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