Imagino que es difícil encontrar el equilibrio entre imprescindibles nociones técnicas (muñeca arriba, ese arco abajo, coloca la voz...) y pasarlo bien con la música y con sus amigos, que es lo que buscan los niños. No siempre las clases pueden ser divertidas todo el tiempo, pero desde luego tampoco debería ser como antes, que cuando nosotros acabamos el conservatorio podíamos tocar muy bien un instrumento, pero éramos incapaces de improvisar ni cuatro notas, porque tantos años de estudio nos habían robado la creatividad natural que todos los niños tienen. Eso sin contar el ambiente de competitividad en que se les hace vivir muchas veces.

Por eso reconozco que ahora mismo prefiero sacrificar algo de perfección si a cambio puedo conseguir cosas quizás no tan ortodoxas, pero que tienen magia y sonrisas como éstas:

Coro Sotto Voce y La Cigale de Lyon



Joven Orquesta de Venezuela "Mambo", del West Side Story de Bernstein

Apuesto a que no soy la única que tiene amigos crédulos que le envían a todas horas correos del tipo "ayuda a esta niña enferma", "cuidado si te hechan dronjas en el colacao en las discotecas", "cierran el hotmail", "envíalo y ganarás un móvil"... Me hace gracia que crean de verdad que si no envían esas cadenas al pie de la letra les pasará lo que a los personajes de la deliciosa viñeta de mi admirado Alberto Montt. Y reconozco que soy una aguafiestas y les suelo enviar la contrarréplica basada en las páginas antihoax o antibulos más famosas: click y clock. El caso es que hoy me apetece hablaros del primer hoax o leyenda urbana de la historia, de cuando ni siquiera existía internet.

Parece ser que la primera vez que se utilizó un bulo como arma de destrucción masiva (o misiva) fue a principios del siglo XVII por parte de Jonathan Swift, el autor de "Los viajes de Gulliver". Éste se ganaba la vida en Londres escribiendo un almanaque astrológico bajo el pseudónimo de Isaac Bickerstaff. Pero tenía un duro competidor en el gran John Partridge, cuyo Merlinus Almanac era la guía que consultaban todos los que querían conocer su horóscopo, en un tiempo en que la gente no lo hacía a través del periódico o Paco Porras en la tele.

Así que Swift/Bickerstaff decide pasar a la acción haciendo un pronóstico que por un lado le diera publicidad y por el otro atentara contra la reputación de su colega. Lo que hizo fue dejarse de vaguedades y hacer una predicción concreta y contundente. En un panfleto titulado “Predictions for the Year 1708”, escribió: “yo pronostico solemnemente que ese vulgar escritor de almanaques llamado Partridge, cuyas predicciones son siempre vagas, imprecisas y erróneas, morirá exactamente el 29 de Marzo, por lo que le recomiendo que ponga sus asuntos en orden”.

Consiguió su objetivo. En Londres no se hablaba de otra cosa, a pesar de que Partridge intentó desmentirlo. En medio de ese clima de expectación, el 29 de marzo apareció una carta anónima (no hace falta decir quién estaba detrás) en la que el autor relataba que había estado en el lecho de muerte del astrólogo, y que éste le había confesado que estaba completamente deprimido por la predicción de Bickerstaff y sus fundadas acusaciones de fraude. Muriendo finalmente a causa de esa preocupación el día 29 de marzo a las 19:05, tal y como había sido pronosticado.

El primer sorprendido fue Partridge, evidentemente, más que nada porque había pasado el día celebrando con sus amigos la derrota de su oponente. Pero se le iba a helar la sonrisa. El rumor era tan convincente que circuló como la pólvora por Londres. Las campanas de las iglesias tocaban en su honor, y colas de curiosos y de enterradores se agolpaban en su residencia para hacerse cargo de sus exequias. Pero lo peor sin duda fue que fue retirado del registro oficial, con lo que fue declarado legalmente muerto.

Todos sus intentos de convencer a la gente de que seguía vivo y sano fueron infundados, en un tiempo donde no había periódicos ni televisión, y no era sencillo desmentir con una simple carta lo que en la calle la gente creía a pies juntillas. Su carrera como astrónomo cayó en picado, y pasó los pocos años que le quedaban de vida intentando convencer al mundo, sin éxito, de que él era el verdadero John Partridge y no un impostor que habría tratado de suplantarle tras su muerte. Así que puede decirse que finalmente el pronóstico de Swift se cumplió, y aunque no murió biológicamente el 23 de marzo de 1708, no es menos cierto que ese día tuvo lugar su muerte civil.

Por cierto, no hay que irse tan lejos en el tiempo para encontrar la última predicción astrológica inquietante. Recuerdo cuando mi hermano me contó que se encontró un día en el metro leyendo el 20 minutos un horroróscopo tal que así:



No sé, visto lo visto quizás lo mejor sea reenviar esos hoax a todos mis contactos... que me caigan mal.

Un amigo me habló de un libro que comparaba la vida con un viaje en tren. Un viaje muy interesante al ser bien interpretado. Exactamente así, la vida no pasa de ser eso, un viaje en tren lleno de embarques y desembarques, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos momentos y en otras grandes tristezas.

De las personas que toman este tren, muchos al bajar dejan recuerdos eternos; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta de que desocuparon sus asientos.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son tan queridos se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos, solo que difícilmente nos podremos sentar a su lado, muchas veces puede haber alguien ocupando ese lugar.

No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas… pero jamás regresos.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia. Creo que sí. Separarme de algunos amigos que hice en el viaje será doloroso. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que el equipaje creciera y se hiciera valioso.

A los que sois parte de mi tren… FELIZ VIAJE.

Desde siempre, Klimt ha sido uno de mis pintores favoritos, pero hoy comienzo una serie para dejaros no sólo con su obra, sino con una reinterpretación de la misma por el fotógrafo Moisés González que me parece bella y sugerente a la vez.

Hace casi dos años, pasando el peor momento personal de mi vida, me apunté a un curso de esos online. Educación para la ciudadanía. Supongo que es una buena muestra de lo perdida que me encontraba haberme apuntado a algo en lo que no tengo el menor interés y en lo que no creo demasiado. De hecho me apunté para tener una excusa para salir de casa y pasarme las mañanas "estudiando" con una amiga.

En realidad pasaba más tiempo llorándole mis penas mientras tomábamos café con un camarero que curraba más de 12 horas al día en dos cafeterías pero que siempre estaba de buen humor y recordaba exactamente lo que solías pedir. Hace tiempo que no me paso por ese minúsculo bar, por cierto, me gustaría ir un día de estos y ver si aún conserva el pin de la sevillana que le regalamos.

Recuerdo perfectamente que el curso era una chorrada. Tan fácil que hasta un mono con un lápiz podría haberlo aprobado, y que escribí cuatro folios en una práctica el mismo día que vencía el plazo, porque no tenía ánimos de más. La asignatura me pareció una bonita María en la que se pretende despertar la capacidad crítica de los alumnos... diciéndoles lo que tienen que pensar para ser progres. Ah, y por si fuera poco todo eso evaluable y en inglés, para que se enteren bien, que de momento en Valencia de 201 alumnos el primer exámen sólo han aprobado dos, y ambos de origen británico.



Por un lado me resulta francamente inquietante que venga el Estado a imponer su visión sobre temas que admiten muchas lecturas, sobre todo cuando ésta va en contra de valores perfectamente legítimos de muchos ciudadanos. En sus libros se compara el capitalismo con el nazismo, se viene a sugerir que si no pierdes la virginidad antes del matrimonio es que eres sierva de prejuicios machistas (qué gracia, creía que hoy en día era al revés, que hay que correr a perderla como si fuéramos un cacho de carne que puede perder su caducidad) o se hacen comentarios sobre la canción de los Celtas Cortos "Haz turismo". Aunque hombre, igual lo quitan ahora que son tan amigos de Obama Inés :P

Por el otro me pregunto si no es una manera fácil de descargar la responsabilidad de los padres e incluso de los otros profesores que antes debían dar esos contenidos de una manera transversal. Me parece más lógico hablar de la emigración o sobre la paz en sociales, del respeto a los bienes culturales en historia del arte, del respeto a la naturaleza en conocimiento del medio, de casi toda esta asignatura en filosofía, ética o religión los que la escojan... Además no sé si es precisamente el Estado el más adecuado para imponer que se hable de temas como el de la autocontención. Que se lo pregunten a Benach y su coche que vuela.

¿Qué tal si en vez de tanto "if you are a boy you can marry with a girl o with another boy" enseñamos un par de cosillas sobre educación general? ¿Qué tal si en vez de comparar el capitalismo con el nazismo damos unas clases de comportarse pacíficamente en un estadio de fútbol? ¿Para cuándo unas lecciones avanzadas sobre por qué poner tus melodías a todo volúmen en un autobús molesta a tus compañeros de viaje? Ah, se me olvidaba, que esas cosas las deberíamos aprender en casa.

El caso es que casi dos años después sigo esperando aquel título y a cada llamada infornet me responde con un vuelva usted mañana. Y lo peor es que cuando me lo den... no sé si quiero que figure en mi curriculum.

Mmm sé que así leído puede sonar ridículo y que ella parece quedar como una tonta. Pero a mí al menos no me resulta tan difícil tener una cierta empatía con la mujer. Uno no llega a tirarse a una prostituta en Second Life de la noche a la mañana, por lo poco que sé de ese juego uno ha de haberse pasado un buen montón número de horas delante de su PC y es imposible tener sexo con personajes como no sea a cambio de dinero.

No me parece tan raro que su mujer sienta celos de la otra y piense si esa infidelidad virtual no muestra el deseo de hacerla real, teniendo en cuenta que ellos mismos se conocieron por internet. Igual que tampoco me cuesta imaginar a una mujer hasta los ovarios de un tío que a lo mejor se pasa el día jugando en lugar de salir con ella a dar un paseo o tener una conversación que no gire sobre una vida virtual en la que ella ni siquiera existe. Un tío que se gasta parte de su sueldo en chorradas en un submundo imaginario, y que a lo mejor luego es tacaño cuando se trata de compartir otra clase de gastos de una convivencia. Y quién sabe si era él el que mostraba el mismo interés que el de la foto en las cuestiones de cama.




Conozco casos de gente adicta a juegos como ese y otros. En uno de ellos el chico se pasó meses sin salir de casa, sin buscar trabajo, sin quedar con sus colegas... y alimentándose poco menos que a base de conguitos. En el otro él la ignoraba completamente, y qué queréis que os diga, tiene que ser duro saber que tu novio te haría más caso si fueras una bruja elfa y te salieran rayos de las tetas.

Después de todo eso, a lo mejor llegas un día a casa y descubres que el maromo se está chingando a una putilla por internet. No a una mujer real con la que puedas competir y llegar y llorarle a tu madre que tu marido es un cerdo porque te pone los cuernos con otras. Sino a un holograma perfecto, con sus tetas siliconadas, sin un trabajo de 8 horas y a lo mejor críos que te hacen no estar precisamente radiante al final del día y sin una mala cartuchera, la muy jodía. Encima quién sabe lo que estaban haciendo, que lo mismo era esa posturilla rara que a ella le hacía ilusión probar y él decía que no porque le dolía la espalda. O en ese spa al que luego en la vida real no quería ir si no era con tu suegra para que se diera unos tratamientos para la artritis.



Si es que... mejor apartarse de estas cosas, que encima de comerte la pasta y media vida se pueden cargar algo más serio que eso.

Bienvenido a ALSA. Esperamos que disfrute de nuestro viaje entre Sevilla y Santiago de Compostela, dentro de nuestra línea regular Beijing - Massachussetjesusgracias - Denia, pasando por la muy noble, leal y bella localidad de Orejilla del Sordete.

Para mayor comodidad seguimos mejorando nuestras instalaciones, véase el caso del puto apeadero moderno edificio de Gijón, introduciendo nuestro patentado o' de putrid mejillón en los lavabos, o cobrando 50 céntimos por utilizar el wc en Valencia de Don Juan (servicio de aviso por voz del conductor en el lavabo de señoras incorporado).

En ALSA también velamos por su salud. Por eso contamos con el servicio de climatización más avanzado que, prodigios de la técnica, permite hasta tres posiciones: 1. freir viajeros en invierno, 2. hacer que les cuelgue escarcha de la nariz en verano, 3. apagarlo todo y hacer que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva.

Para amenizar el viaje contamos con las más modernas y entretenidas películas a su disposición:




Pero por si las películas añaden poca emoción a su triste vida ¡no se preocupe! En el elevadísimo precio del billete van incluidas otras atracciones. La primera es que no sabrá usted nunca a qué hora va a llegar, con lo que podrá estar a punto de perder su siguiente enlace, ni por cuánto tiempo el conductor detendrá el vehículo en la estación de León. Lo que sí es seguro que alguna ancianita adorable habrá ocupado su asiento por estar junto a la ventana e intentará quedárselo, cuando no viajan ocupas en el hueco de la escalera. Diversión garantizada en la cafetería, donde podría ser objeto de pesca y acoso por parte de Torrente, el brazo tonto de la ley algún vigilante local. Lo mejor viene después, porque el conductor podrá irse con el vehículo o aparcarlo en la dársena de la otra punta de la estación, dándole la impresión de que ha perdido la última conexión a su hogar. ¿No es divertido? Si es de los que gustan de las emociones fuertes, por 20 cnt. más le vendemos doble numeración en el pasaje y por 50 cnt. sentamos a su lado a la reencarnación de Gloria Fuertes, para que le vaya recitando los poemas que escribió en el viaje de ida acerca del paisaje que se iba encontrando: "Desde las montañas nevadas bajaban con fuerza los ríos, y ante eso yo me extasío".

Por último, el perrito pekinés y el chulo playa nuestros conductores estarán encantados de atender solícitamente cuanto usted pueda necesitar. De sobra es conocido su carácter afable y la manera dulce de tratar a los viajeros con su "deja la maleta donde quieras" (¿no ves que he ligao?), "estoy viendo que algunos viajeros no llevan puesto el cinturón tal y como manda la ley", "señores y mujeres, hemos llegado a la estación de Valdepatata", "¿en qué asiento venías tú?" o "no se come en el bus" (las bolsas de plástico serán automáticamente consideradas como contenedoras de viandas). Un placer llevarle con nosotros en nuestra línea de autobuses escolares ALSA. La compañía que pone una sonrisa en su rostro al llegar a su destino, aunque sea de alivio.

P.D. Sí, debería ir pensando seriamente en ahorrar para un coche o viajar en tren antes de terminar más transtornada (suspiro).