Hace casi dos años, pasando el peor momento personal de mi vida, me apunté a un curso de esos online. Educación para la ciudadanía. Supongo que es una buena muestra de lo perdida que me encontraba haberme apuntado a algo en lo que no tengo el menor interés y en lo que no creo demasiado. De hecho me apunté para tener una excusa para salir de casa y pasarme las mañanas "estudiando" con una amiga.

En realidad pasaba más tiempo llorándole mis penas mientras tomábamos café con un camarero que curraba más de 12 horas al día en dos cafeterías pero que siempre estaba de buen humor y recordaba exactamente lo que solías pedir. Hace tiempo que no me paso por ese minúsculo bar, por cierto, me gustaría ir un día de estos y ver si aún conserva el pin de la sevillana que le regalamos.

Recuerdo perfectamente que el curso era una chorrada. Tan fácil que hasta un mono con un lápiz podría haberlo aprobado, y que escribí cuatro folios en una práctica el mismo día que vencía el plazo, porque no tenía ánimos de más. La asignatura me pareció una bonita María en la que se pretende despertar la capacidad crítica de los alumnos... diciéndoles lo que tienen que pensar para ser progres. Ah, y por si fuera poco todo eso evaluable y en inglés, para que se enteren bien, que de momento en Valencia de 201 alumnos el primer exámen sólo han aprobado dos, y ambos de origen británico.



Por un lado me resulta francamente inquietante que venga el Estado a imponer su visión sobre temas que admiten muchas lecturas, sobre todo cuando ésta va en contra de valores perfectamente legítimos de muchos ciudadanos. En sus libros se compara el capitalismo con el nazismo, se viene a sugerir que si no pierdes la virginidad antes del matrimonio es que eres sierva de prejuicios machistas (qué gracia, creía que hoy en día era al revés, que hay que correr a perderla como si fuéramos un cacho de carne que puede perder su caducidad) o se hacen comentarios sobre la canción de los Celtas Cortos "Haz turismo". Aunque hombre, igual lo quitan ahora que son tan amigos de Obama Inés :P

Por el otro me pregunto si no es una manera fácil de descargar la responsabilidad de los padres e incluso de los otros profesores que antes debían dar esos contenidos de una manera transversal. Me parece más lógico hablar de la emigración o sobre la paz en sociales, del respeto a los bienes culturales en historia del arte, del respeto a la naturaleza en conocimiento del medio, de casi toda esta asignatura en filosofía, ética o religión los que la escojan... Además no sé si es precisamente el Estado el más adecuado para imponer que se hable de temas como el de la autocontención. Que se lo pregunten a Benach y su coche que vuela.

¿Qué tal si en vez de tanto "if you are a boy you can marry with a girl o with another boy" enseñamos un par de cosillas sobre educación general? ¿Qué tal si en vez de comparar el capitalismo con el nazismo damos unas clases de comportarse pacíficamente en un estadio de fútbol? ¿Para cuándo unas lecciones avanzadas sobre por qué poner tus melodías a todo volúmen en un autobús molesta a tus compañeros de viaje? Ah, se me olvidaba, que esas cosas las deberíamos aprender en casa.

El caso es que casi dos años después sigo esperando aquel título y a cada llamada infornet me responde con un vuelva usted mañana. Y lo peor es que cuando me lo den... no sé si quiero que figure en mi curriculum.