30 reflexiones sobre los 30  

Posted by aliere in ,

"A veces llega un momento en que te haces viejo de repente". Así comenzaba una de las canciones más desgarradoras de los Celtas Cortos, de la que sólo pude comprender su verdadero significado cuando padecí depresión. "Paseando por las calles todo tiene igual color. Siento que algo echo en falta, no sé si será el amor".

Pero hoy no me apetece hablar de eso, en otro momento tal vez. Este post es melancólico pero no tanto, no salgáis corriendo. Hoy me gustaría hablar de los pequeños detalles que últimamente me hacen pensar que me estoy haciendo mayor. Supongo que cuando cumples 30 tacos, como yo hoy, te da por echar la vista atrás y comienzas a fijarte en todos esos pequeños detalles:

- Que tienes dinero para hacer lo que te plazca, pero habitualmente no tienes tiempo o con quién hacerlo.
- Que cada vez aguantas menos las manías de la gente y a los gilipollas.
- Las arrugas en torno a los ojos, la frente o los labios. Lo siento, pero no pienso dejar de sonreír, si ese es el antídoto.
- La dificultad para perder las lorzas y la facilidad para repescarlas.
- Que las resacas te duran dos días.
- Que te pasas noches en blanco pensando si alguna vez encontrarás un trabajo estable, y ya no sólo es una preocupación lejana, como cuando terminaste la carrera.
- Que todas las viejas del barrio, y la del estanco, y tu tía, y... te preguntan cuándo te vas a casar.
- Que de repente te encuentras hablando con tu madre de recetas de cocina.
- Que te aburre la televisión y el 90% de la música actual.
- Que cada vez te gusta más quedarte en casa que salir, y cuando lo haces vuelves a la hora de los adolescentes. ¡Y no porque te obliguen tus padres!
- Que miras las etiquetas de la ropa por si hay que lavarla a mano antes de comprarla.
- Las canas, que sobreviven a tus mechas.
- Que te sorprendes diciendo frases como "los jóvenes de hoy en día" y no te identificas en casi nada con ellos.
- Que cada vez anuncian más productos dirigidos a la gente de tu generación, que se supone que ahora tiene nivel adquisitivo. De ahí las series de dibujos de Heidi o David el Gnomo "para tus hijos" o el revival de los ochenta.
- Que enamorarse te da miedo, porque tienes cicatrices de guerra para enseñar, que diría Amanda.
- Tu ropa interior ha dejado de ser blanca, y como decían en no recuerdo qué película "una no tiene braguitas negras si no quiere que se las vean".
- Ya no hay descuentos para ti.
- Que de repente tienes enemigos y las disputas no se solucionan jugando al piedra, papel o tijera.
- Que ya ha pasado un tercio de tu vida, eso con mucha suerte.
- Cada vez resulta más difícil ver a tus amigos.
- Que a los 18 cuando te entraba un tío de 30 te parecía un viejo y ahora te parece que está cañón.

Sé que os sonará estúpido, igual que mirarte al espejo y pensar que nunca serás más bella de lo que eres ahora, que decía Brad Pitt enseñando las canillas en "Troya". Lo sé, estoy loca. Pero creo que no estoy agarrando la crisis de los 30, os lo prometo. Por extraño que os pueda parecer, no cambiaría estos últimos años por otras épocas de mi vida, e imagino que el que viene no tiene por qué ser peor.

No son pocos los que dicen aquellos de que echarás de menos el tiempo en el que estuviste en la universidad, o los años que pasaste en el colegio. Se equivocan, porque ahora:

- Tienes tiempo para hacer lo que te plazca y con quién hacerlo, pero habitualmente no tienes dinero.
- Ya no te preocupa el grano alien que te ha salido en plena frente.
- Te la suda que el niño que te gusta haya querido besarte sólo porque hizo una apuesta ante sus amigos.
- Los niños ya no te parecen unos mocosos que han nacido para fastidiarte, quitarte la diadema y coger lagartijas por la cola en el recreo. Y reconozcamos que es mucho más divertido jugar con ellos a otras cosas.
- No tienes que buscar un lugar medianamente salubre para darte el lote con tu novio, ni pasar frío en un portal, ni tiene por qué salirte moratones por la palanca de cambios del coche.
- Ya no te afectan los anuncios de la vuelta al cole en el Tajo Británico.
- Miras tus fotos de cuando eras pequeña y estabas hecha un coquito y sonríes, en lugar de sólo morirte de vergüenza.
- Te agrega gente al caralibro que te ignoraba olímpicamente cuando estudiábais juntos en el cole. La vida ofrece extrañas venganzas.
- Tienes menos complejos y te importa lo que piensa la gente de ti, pero no tanto como antes.

Así que supongo que son buenas noticias ¿o no? Si hay alguien en la sala que haya pasado por lo mismo por favor, que deje su testimonio. No sé si pensar que los mejores años de mi vida no los pasé de niña y adolescente como todo el mundo, sino a los veintimuchos es buena o mala señal de lo que me espera a los treinta.

This entry was posted on lunes, 7 de septiembre de 2009 at 0:01 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

7 comentarios

Yo tuve una crisis con la edad de 25, sentí que ya no era joven y me volvió a dar a los 52 que me dio por pensar que solo me faltaban 8 años para entrar a la tercera edad. Ahora con 55 tan campante, preparándome para los 56. Que tengas un feliz cumpleaños y disfrutes los 30 y todos los años por venir!

7 de septiembre de 2009, 1:02

FELICIDADES EN PRIMER LUGAR
En segundo lugar, nunca echo la vista atrás, tampoco adelante, lo que tenga que venir vendrá, creo que he sido muy feliz toda mi vida y que seguiré siendolo, ¿el secreto? que nunca falte el humor y las risas, por mal momento que estés pasando.
Así lo veo yo.

Hale, a disfrutar el cumple.

Saludetes

P.D. ¿Te acuerdas de aquella que decia que yo daba sesiones de positivismo,....?Aún sigo.

7 de septiembre de 2009, 2:03

Querida Aliere, antes que nada; muy feliz cumpleaños.

Estos treinta son bravos, y son lindos, como tantas cosas, no?

A mi el reloj biologico me hace tic tac y me pasa todo (todo!) lo q mencionás. Igual está bueno, es nuestra vida y se disfruta más el tiempo porq lo valoras más al ver qué rapido pasa, así q Carpe diem, pero con alegría!!! vamos a dejar huella, es la oportunidad q tenemos, vivir.
buen día y que pases rodeada de afecto,

besos

M

7 de septiembre de 2009, 15:17

Si es que... virgo tenías que ser.

Yo también me planteé todo eso, y más. Y lo que es peor, sigo planteándomelo, algunos años después.

He llegado a la conclusión de que todas esas cosas que van cambiando son el reflejo de una especie de peterpanismo galopante. Quizás evitamos sentirnos "mayores" porque es más duro y más exigente. Pero, ¿sabes una cosa? hacerse mayor no sólo es impeninable sino que, además, tiene su punto: puedes tomar todos los colacaos que quieras. Sin restricciones.

Espero que hayas tenido un buen día y que cumplas muchos más. Y yo que lo lea. Un beso.

7 de septiembre de 2009, 20:40

Estoooo, por cierto, yo también soy virgo. Otro beso

7 de septiembre de 2009, 20:41

Gracias a todos por las felicitaciones y los ánimos. Teresinha supongo que la cosa está en superar esas pequeñas crisis y seguir mirando pa'lante con el positivismo en el que Biciclista es maestro y la idea de M de dejar huella en todo lo que hacemos.

Gordi me has pillao, he aquí una Virgo obsesa hasta la médula. ¿Cuándo te toca a ti? Y tienes razón, hacerse mayor implica tomar decisiones difíciles como de qué voy a vivir y no, de mi costillo ingeniero no es una opción. Pero lo de los colacaos mola, o quedarse despierta el tiempo que te dé la gana en internet o leyendo. Besos a todos.

9 de septiembre de 2009, 13:22
Anónimo  

A mí me dicen que las arrugitas de expresión son por el sobrepeso (tócate los...). Y lo que más me jode de cumplir años es lo de los descuentos. ¡Que desde que no vivo con mis padres tengo menos pasta, apiádense!
Por lo demás coincido contigo en que los últimos años están siendo los mejores de mi vida.
¡Y lo que nos queda, guapa! ;-)

14 de septiembre de 2009, 17:21

Publicar un comentario