Si hay una cosa que me pone nerviosa de los políticos es su capacidad para retorcer el lenguaje para decir cosas rimbombantes que en realidad no significan nada. Eso cuando no les da por inventar directamente, caso de la ínclita ministra de desigualdad, que seguro que os acordáis de lo de miembras. Pero lo que está más de moda sin duda son las redundancias, como “nuevo modelo económico sostenido y sostenible” o las “energías renovadas y renovables” tan de moda por todo lo que se está montando en Garoña.
Partamos de un hecho cierto: nadie quiere una nuclear cerca de su casa. No ha pasado demasiado tiempo desde lo de Chernobil, aquel accidente fruto de la suma de todo lo que nunca se debe hacer en una central nuclear y del que creo que se nos ha hasta minimizado su importancia. Pero eso precisamente nos debería haber enseñado que ni siquiera hace falta que la central esté cerca de tu casa, porque la radiación ya ha dado varias veces la vuelta al planeta y nunca se llegará a saber la incidencia que ha podido tener en que de unos años para acá, sospechosamente, haya tantos cánceres en Europa. Seguro que todos recordamos una infancia en la que nuestros compañeros no se ausentaban del cole y volvían meses después con un pañuelo en la cabeza o ni volvían, algo que cada vez es más común en los colegios donde trabajo, por desgracia. Lo que quiero decir es que cerrar centrales aquí para comprar la energía de las nucleares francesas es como quitar el problema de tu casa para dejarlo en el barrio.
Partiendo de eso, del precio y mangoneo al que nos someten ciertos países productores del petróleo y la contaminación, entre otros factores, es lógico buscar otra clase de energías: fotovoltaica, geotérmica, energía de las mareas, eólica, solar térmica... Todo eso es muy verde y casa bien con el pensamiento progresista que está tan de moda en nuestros tiempos. De hecho no parece muy razonable meterse con esa clase de energías, a menos que te hayas levantado impopular, como yo hoy. Sin embargo, me gustaría hacer de abogado del diablo y señalar un par de datos en contra:
- La energía renovable es cara, bueno, a excepción de la hidráulica, pero los pantanos no hacen bonito con el paisaje. Una intenta que combinen y nada. El resto como es más bien cara se mantiene a base de subvenciones que pagamos todos. Hasta hace muy poquito el negocio no era poner un panel en tu casa para calentar el agua con energía solar, sino comprar una finca y generar tú energía que vender al gobierno a un precio muchísimo más elevado que la obtenida por otros medios y ni qué decir con el uranio.
- Es precisa una inversión brutal para obtener a cambio muy poquita energía, que difícilmente llegaría a satisfacer la demanda de una gran potencia. Es decir, si dependiéramos en este momento exclusivamente de este tipo de energía tendríamos que dejar de usar tanto la lavadora, el ordenador y la bombilla o nos tendríamos que turnar para no hacerlo todos a una.
- Esta aportación energética es intermitente, lo que puede causar problemas a la red. En realidad habría que hacer un mix de energías tirando de térmicas y nucleares cuando la otra no llegase.
Respecto a lo primero la respuesta es más o menos afirmativa, en principio, aunque ya se empiezan a oír voces críticas sobre el impacto medioambiental y sobre el comportamiento de las aves que tiene la energía eólica. Mis dudas van más bien hacia la geotermia. Aunque no soy una experta, me parece que obtener energía del agua caliente del subsuelo es una idea interesante, a pesar de que es más bien poco rentable en climas suavecitos como el nuestro. Por lo que me ha dicho mi amigo floppy hay distintas maneras de hacerlo, pero la que me da realmente miedito es la que inyecta agua fría o templada en las profundidades de la tierra para que se caliente y así obtener vapor. La naturaleza a lo largo de la historia se ha empeñado sistemáticamente en devolvernos multiplicadas por mil todas las judiadas que le hacemos, yo sólo lo dejo caer.
En cuanto a lo segundo se supone que se denominan renovables porque no pueden agotarse, al aprovechar el sol, las mareas, las olas o el viento para su obtención. Ahora bien, a mí que me expliquen qué tiene de renovable la biomasa, porque no lo entiendo.
Para quien no lo sepa las calderas de biomasa funcionan con la quema de una especie de tronquitos llamados pellets, hechos en principio a partir de residuos de las fábricas madereras, huesos de aceituna, cáscaras de piñones y cosas así, pero también pueden provenir de árboles plantados al efecto. Es decir, lo que en mi pueblo se llama quemar leña de toda la vida. ¿Eso se puede considerar renovable? Pues parece que sí, flipa, dicen que no emite CO2 al quemarse. Utilizan utilizan el argumento, a mi juicio bastante discutible, de que el CO2 que va a desprender durante su combustión ya fue captado por la planta de la atmósfera. Bueno, si nos ponemos así, el carbón y el petróleo en su día también fueron plantas, ¿no? Si replantáramos un número superior de árboles ¿en ese caso su combustión dejaría también de emitir CO2?
Por otra parte la madera no sólo emite CO2 en su combustión, sino también compuestos carbonosos, que la planta no va a captar porque sólo usa CO2 en la fotosíntesis, y otros compuestos fosforados y nitrogenados. El día que inventen calderas milagrosas que sólo emitan CO2 y agua entonces aún podríamos aceptar la biomasa como animal de compañía renovable.
Hablan además de plantar árboles por cada uno que vayan a quemar, ¿pero eso lo asegura alguien? Aparte de que da la casualidad de que los que crecen más rápido son los que peor madera dan y más dañinos son para el suelo, véase el eucalipto, una plaga australiana que ríete tú de la rana de Bart. Porque aparte de cargarse cualquier posibilidad de cultivar ese suelo de por vida encima arde como la paja en los incendios. Ese es otro tema, porque se supone que habría que fijar ese CO2 en la atmósfera durante años, y no veo el modo de asegurar que ese árbol no termine cayéndose y descomponiéndose en metano, que es muchísimo peor por todo el tema del efecto invernadero. Además queda en el aire una pregunta inquietante, si quemar madera según la normativa vigente no emite CO2 ¿terminaremos sustituyendo las centrales nucleares por las térmicas?
El absurdo es tal que el costillo y yo estamos pensando que podríamos pedir a mi ayuntamiento una subvención, ya que en la casita del pueblo tengo una caldera de biomasa que además tiene uso para la producción de alimentos, aparte de otra por la bioconstrucción que tenemos al lado de la vivienda, realizada completamente con un material que en su día ayudó a la captación del CO2 de la atmósfera. Y a ver quién es el guapo que nos niega unas perrillas por la barbacoa y el chamizo de madera donde mi padre guarda las herramientas.