No sé si entre los lectores de este blog hay o no adictos a esa serie americana llamada Perdidos (en inglés Lost). El título se supone que se lo pusieron por los protagonistas, supervivientes de un accidente aéreo en una isla en medio de ninguna parte. Pero en realidad lo mismo se lo podían haber aplicado a los espectadores, que inundan internet de teorías variopintas sobre el purgatorio o nanorobots para intentar explicar tanto salto temporal y tanto oso polar en el desierto de Túnez.

Personalmente tengo que decir que la serie engancha y está tan bien hecha que casi se te olvida que va degenerando un poco. Qué queréis que os diga, a mí me gustaba más la primera temporada cuando los tíos tenían que sobrevivir por sus medios que no ahora, que les tiran hasta comida enlatada. Además, la isla ha pasado de estar desierta a tener una loca francesa, unos hippies sesenteros, un barco pirata esclavista, una especie de salvajes pero asiduos al círculo de lectores, a lostzilla y hasta un dios que vive en un Frigo Pie y cuando se enfada te tira tarros de mermelada caducada. ¡Joder, parece Ibiza!

(Inciso, imperdibles los resúmenes de los capítulos de esta web).

Como buena friki hace años rellené junto con ladynurse un impreso de lotería con los famosos números de la serie. Creo que ha sido la única vez en mi vida en la que deseé que no me tocara el premio. Pero lo de ahora no es obsesión, ¡os lo juro! Hace semanas que está aparcada esta furgoneta detrás de mi casa y tíos, sinceramente, me dan ganas de apostarme a la ventana a ver si veo al gordito gafe, al coreano jacuzza pero de corazón tierno, al palurdo buenorro descamisado o al padre del jefe de los otros, estos o aquellos, ya no me acuerdo. Total cada 108 minutos tendrán que salir, no sé si a apretar un botón, pero al menos para ir al baño ¿no?



P.D. Aissss, la vuelta al cole qué perraca es, que me fijo en estas tonterías. ¿Lleváis tan mal como yo lo del regreso del curro, los jefes y todo lo demás?