No, la entrada no va sobre guarreridas esta vez. El título se refiere a lo que creo que todos los pianistas han pensado la primera vez que han tenido que tocar alguna obra para piano a cuatro manos, más bien en la versión "quita tus pezuñas de MI piano". Supongo que tantos años de aprendizaje en solitario sacan el pequeño divo que todos los pianistas llevamos dentro, sólo comparable al de los cantantes. Parafraseando el chiste, más de uno, y no precisamente el que mejor canta, para suicidarse sólo tendría que tirarse desde su alto ego. Hoy os traigo dos videos en los que en cambio, los músicos comparten su instrumento en paz y en armonía.
Stringfever, Bolero de Ravel. Para mí ésta es una de las composiciones más cansinas y sobrevaloradas de toda la música clásica, así que al menos esta manera de tocarla con un solo violoncello le da más emoción.
Víctor Borge y Zhahan Azruni (creo), Rapsodia Húngara nº 2 de Liszt, que también habíamos visto interpretada por Tom y Jerry.
Stringfever, Bolero de Ravel. Para mí ésta es una de las composiciones más cansinas y sobrevaloradas de toda la música clásica, así que al menos esta manera de tocarla con un solo violoncello le da más emoción.
Víctor Borge y Zhahan Azruni (creo), Rapsodia Húngara nº 2 de Liszt, que también habíamos visto interpretada por Tom y Jerry.
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on domingo, 29 de marzo de 2009
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