Una de las consecuencias del arte contemporáneo llevado a la música ha sido que los compositores han querido liberarse del lenguaje tradicional buscando nuevas formas de expresión. Vamos, el equivalente musical de aquel pintor que se niega a reproducir el sempiterno bodegón con las dos cebollas y el pavo asado y prefiere pintar unos manchurrones con la mezcla resultante de cocerlos y macerarlos durante tres meses. El resultado suele ser estéticamente atractivo, no lo puedo negar, pero como músico yo me preguntaría: ¿y ahora qué cuernos toco? Porque vamos, se ve cada cosa. Y si no mirad, mirad...
Sylvano Bussotti, "Pour Clavier"(1961)
¿Quieres que toque rápido y me pones una dinámica (más suave o más fuerte) para cada nota?
Murray Schäfer "Divan I Shams I Tabriz" (1969).
Para orquesta, sonidos electrónicos y siete cantantes que no se mareen.
Sin embargo no todo iba a ser sufrir, también hay partituras que, por qué no decirlo, pueden hacer la vida del músico tan fácil como la de los camioneros de los Simpson con su dispositivo secreto para dormir mientras conducen.
En la misma línea la obra más famosa es 4'33'' de John Cage, donde en la partitura sólo encontramos escrito esto:
Es decir: silencio. De lo que se deduce que se puede tocar por cualquier instrumento o grupo de instrumentos con la única condición de que no hagan nada, ni el más mínimo ruido durante 4 minutos y 33 segundos, ni uno más ni uno menos. En realidad se supone que el contenido musical de la obra estaría formado por los ruidos que nos rodean en el momento de la audición. La tos del vecino de al lado, nuestra propia respiración, el violinista que intenta contener la risa... Supongo que poner un ejemplo parece un contrasentido, porque al fin y al cabo todas las interpretaciones deberían estar igual de inspiradas (o no), pero ésta me ha cautivado por el momento del cambio entre movimientos (minuto 2:56 si queréis ir directamente al grano). Que disfrutéis de la no audición.
P.D. Se me olvidaba citar mi fuente, imperdonable. En esta página japonesa podéis encontrar estos ejemplos y alguno que otro más de escrituras imposibles.
Para orquesta, sonidos electrónicos y siete cantantes que no se mareen.
Roman Haubenstock-Ramati "Concerto a tre" (1973).
Vale, sé que hay tres instrumentos, ¿pero qué toca cada uno?
Vale, sé que hay tres instrumentos, ¿pero qué toca cada uno?
Sin embargo no todo iba a ser sufrir, también hay partituras que, por qué no decirlo, pueden hacer la vida del músico tan fácil como la de los camioneros de los Simpson con su dispositivo secreto para dormir mientras conducen.
David Sabine "Sound Study No.1" (1999).
Traducción: coges una marimba (una especie de xilófono más grande, pa entendernos) y tocas la nota que te dé la gana primero suave y luego fuerte y lo repites hasta que te canses o te denuncien los vecinos. Chupado, oiga.
Traducción: coges una marimba (una especie de xilófono más grande, pa entendernos) y tocas la nota que te dé la gana primero suave y luego fuerte y lo repites hasta que te canses o te denuncien los vecinos. Chupado, oiga.
Ervin Schulhoff: "In futurum" (1919).
Yo más bien lo titularía preludio a la siesta de un público.
Yo más bien lo titularía preludio a la siesta de un público.
En la misma línea la obra más famosa es 4'33'' de John Cage, donde en la partitura sólo encontramos escrito esto:
Es decir: silencio. De lo que se deduce que se puede tocar por cualquier instrumento o grupo de instrumentos con la única condición de que no hagan nada, ni el más mínimo ruido durante 4 minutos y 33 segundos, ni uno más ni uno menos. En realidad se supone que el contenido musical de la obra estaría formado por los ruidos que nos rodean en el momento de la audición. La tos del vecino de al lado, nuestra propia respiración, el violinista que intenta contener la risa... Supongo que poner un ejemplo parece un contrasentido, porque al fin y al cabo todas las interpretaciones deberían estar igual de inspiradas (o no), pero ésta me ha cautivado por el momento del cambio entre movimientos (minuto 2:56 si queréis ir directamente al grano). Que disfrutéis de la no audición.
P.D. Se me olvidaba citar mi fuente, imperdonable. En esta página japonesa podéis encontrar estos ejemplos y alguno que otro más de escrituras imposibles.
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on miércoles, 29 de abril de 2009
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