Por ejemplo tenemos la máquina expendedora de esta carnicería, con sus salchichas, filetes, choricillos criollos... Oye, no está nada mal pensado si llegas de viaje un domingo por la noche y tienes la nevera en chasis.
Pero seamos sinceros, ¿qué te apetece un día corriente por la noche? Pues unas longanizas no (sin pensar mal, que nos conocemos), más bien algo dulce. Eso nos pasó a Hacendado y a mí, que teníamos un antojo terrible de tarta y no encontrábamos ningún sitio abierto a esas horas de la noche. Por lo tanto terminamos en la estación comprando helados a precio de oro y una tableta de chocolate lindt con la que nos cayó otra por pura chiripa. Pero esa máquina no es la más rara que encontramos en la estación, porque ojo al parche con sus compañeras: la máquina floristería y la máquina parafarmacia.
¿Alguien habrá comprado flores aquí alguna vez? ¿En serio a alguien que no sea del comité olímpico internacional le ha recibido alguna vez una niña de 5 años con un ramo hablando en perfecto chino cantonés? Y sin embargo son frescas, señora, que yo llegué a afirmar que eran de plástico, incrédula de mí.
Pero lo peor es que, como me hizo notar Hacendado, además de ser caros de cojones, los ramos estaban adornados con unos escarabajos y piolines que parecían ahorcados. Escalofriante.
Ante la segunda ya nos quedamos los dos sin palabras, porque junto a productos más bien útiles como un potito o pañales venden cremas para el acné ¡y un estimulador gigante del punto G!
Me pregunto yo, ¿venden muchos al precio de 50 leuros cuando en cambio no tienen unos míseros clínex? ¿será para darnos distracción a las viajeras en los cortos trayectos Finisterre - Baeza pasando por Matatomillo de la Ribagorza de Abajo? Yo creía que cuando hablaban de satisfacer al cliente se referían a otra cosa. Para que luego diga Astarté que la emoción que me produce ALSA la llevo yo en la mirada.
Pero esto no es todo, porque en una ciudad costera cercana encontré la máquina pescadora. Allí tienes artículos como cebos vivos, moscas, anzuelos, sedal... Hasta ahí todo normal, pero lo curioso es que junto a los anzuelos podían encontrarse ¡unos condones! Ya me imagino el eslógan: "Pescador, aquí encontrarás todo para tu boya... y para tu po***". O quizás sea para las mujeres, por si pescan un merluzo en la discoteca, quién sabe.
¿Hay alguna máquina de éstas u otra más rara en vuestra ciudad?