Hoy estoy de celebración, porque este blog, que nació como un lugar donde desbarrar un poco y de paso curarme el insomnio, ha cumplido un año de vida. ¡Bieeeeeen!
Muchas cosas han cambiado desde entonces: ya no sólo lo leen dos amigas y el costillo (gracias por seguir ahí), peso 10 kilos menos que cuando empecé, me he quitado las gafotas, nos ha tocado un poney, estoy estudiando oposiciones ¡yo!, y he pasado de rajar de ALSA a rajar de RENFE, pero por lo bajini, que en comparación es como ir en rikisha. Ahora voy por la calle fijándome en los nombres curiosos de las tiendas, saco fotos a máquinas expendedoras, relleno memes y hasta leo las pintadas de los servicios, a ver si me traen inspiración. ¡Si hasta hemos dado unos premios, los Jetos de Hormigón! (id preparando candidatos para este año, que gorrones a nuestro alrededor tenemos todos).
Pero sobre todo el blog ha sido también un puente a otros blogs, a otras personas cuyas vidas sigo con interés. Gordi, Astarté, Biciclista, Deirdre, Perséfone, M... Personas que me han hecho reír, que me inspiran, que me frustran a veces cuando pienso que no escribo cosas que estén a la altura de lo que de ellas leo. También espero con interés los comentarios de los que no tienen blog pero ahí están, enriqueciendo esto con sus aportaciones. Como Auriga, Dende Amieva, Mercenaria, Diego... Dicen que un blog se alimenta de comentarios y es cierto, de no haber sido porque alguno me tiraba de las orejas por escribir poco habría ido dejando de lado esta afición por falta de tiempo, como se termina dejando el gimnasio o ese libro que coge polvo en la mesita de noche.
P.D. Lo de Feliz Dende Aliere viene de que en mi propia tarta de cumpleaños se quedaron sin nata como para añadir esa palabra justo antes de mi nombre.