De vuelta a la ciudad he descubierto que Falsarius Chef además de los libros tiene un blog, que os presento, donde podéis encontrar recetas sencillísimas de realizar, por cuatro duros, en 15 minutos y combinando esas latas que tienes por casa cuando no se te ocurre qué cocinar. Incluso te da los nombres de las marcas que emplea, sin ningún pudor, puesto que dice que las ha probado todas. Nunca la alta cocina estuvo tan al alcance de la mano para nosotros, los negados, torpes, o simplemente vagos.
Estas recetas también son estupendas para hacer raciones para uno o dos porque, seamos sinceros, rara vez vamos a poder preparar uno de esos banquetes pantagruélicos para 8 personas que tienen por ingredientes un cerdo entero o 10 kilos de garbanzos ("¡Asterix, otro jabalí!"). Pero lo mejor es el particular sentido del humor que desprenden. Os dejo con una receta de muestra, pero os animo a pasar un buen rato con este blog de Cocina para impostores:
PERRITO CALIENTE DE MARCA (HOT DIOR)
¿Quién dijo que un perrito caliente no puede ser elegante?. Falsarius Chef está dispuesto a demostraros la inexactitud de dicho aserto. Todo es cuestión de envolver el producto, las salchichas en este caso, con la adecuada aureola de lujo y sofisticación. Sin ir más lejos, Dios fue el primer genio de este tipo de marketing. Después de crear al Hombre (con un poco de arcilla cutre y minimalista, en plan diseño moderno y fashion) vio que estaba solo y que aquello no funcionaba. Tenía un problema. Cualquier otro en su lugar hubiera hecho como en los coches el “Hombre SXL”, el “Hombre Cabrio” o algún nuevo modelo en ese plan. Pero él no. Él fue e hizo un nuevo modelo totalmente distinto y le llamó Mujer. ¿Para qué? Está claro: para captar al público femenino. Más o menos eso es lo que vamos a hacer con nuestro humilde paquete de salchichas Frankfurt, envolverlas con una nueva carrocería de lujo, poderío y distinción. En lugar de deconstruirlas, desalchicharlas por así decirlo, y llevarlas a una nueva dimensión. Y claro, nada de decir que lo que servimos es un perrito caliente, como si fuera un chucho salido. No. Un impostor que se precie dirá que su Hot Dog es, si acaso, un dálmata con satiriasis. Un auténtico Hot Dior. Y si es un impostor un poco chorras, lo dirá con acento francés, como en los anuncios de perfume. Poniendo boquita de culo.
Preparación: no puede ser más sencilla. En la bandeja del horno extendemos la masa de hojaldre sobre el papel con el que viene en el envase que es especial para el horno. Cogemos una salchicha, la ponemos encima y cortamos con un cuchillo la cantidad suficiente de masa para envolverla. La operación envoltura debe ser un tanto cuidadosa. Es importante que no haya exceso de hojaldre sino el justo para envolver la salchicha como si fuera una funda. También hay que sellar bien los bordes para que luego el perrito nos quede compacto. Repetimos la operación con todas las salchichas, retiramos la masa sobrante, las dejamos dispuestas sobre el papel y las introducimos en el horno precalentado a 200 grados. Cuando el hojaldre esté bien dorado, estarán listas. Se parten por la mitad y se sirven adornadas con ketchup y mostaza. Qué elegancia, oiga.
Ingredientes: 1 paquete de salchichas (mejor un poco grandecitas y vistosas para que nos luzca más el plato), 1 rollo de masa de hojaldre (sección de refrigerados, junto a las masas de pizza y demás) , ketchup y mostaza.