Continúo con la lista de las especies susceptibles de ser clonadas, según habíamos hablado aquí.
6. Rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis): Extinguido hace unos 8.000 años.
Al fin un animal apañol, leñes. Bueno, no sólo vivió aquí, llegaba desde Guadalajara a London pasando por Mongolia y el sur de Siberia. Medía 2 metros de altura en cruz (¡otro que también me saca una cabeza!) y 4 de longitud y se han conservado cientos de fósiles. El más impresionante es un ejemplar de hembra completo, incluidos carne, pelo y cuernos, que se encontró en unos depósitos de salmuera en lo que hoy es Ucrania. Gracias a éste, otros ejemplares congelados en Siberia y las pinturas rupestres sabemos incluso de qué color tenía las melenas en vida: pardo oscuro con una banda negra a lo largo del dorso.
7. El Dodo (Raphus cucullatus): Extinguido en 1690.
Este pariente de las palomas pero con alas atrofiadas y 1 metro de altura, que vivía en las islas Mauricio siempre ha tenido fama de gorda y patosa, no en vano su nombre significa "estúpido" en portugués, por la facilidad con que se dejaba cazar. Incluso se ha rodado de forma humorística su extinción en "La Edad de Hielo". Hoy en cambio si viviera estaría por los platós reclamando daños y perjuicios por difamación, porque se cree que tenía lorzas debido a que acumulaba en la estación húmeda reservas de comida para la seca, y en cambio en cautividad lo tenían sobrealimentado. Y se dejaba cazar, hasta el punto de que se quedaba quieto mientras lo mataban a palos, porque como nunca había estado en contacto con el ser humano se creía el pobre que no representábamos una amenaza para él.
Craso error, en menos de 80 años -una velocidad supersónica en paleontología- no quedaba ni uno solo, producto de la caza para comer su carne por parte de los marinos, que decían que era asquerosa, pero se ve que más cornadas da el hambre. Pero sobre todo, la culpa fue de las especies que introdujeron en la isla y devoraban sus huevos: cerdos, perros, gatos, ratas... Como bien dice Rafael Ruiz: "Hasta entonces, correteaba en la inopia, no conocía depredadores naturales, ignorante, ajeno a lo dura que es la vida".
Por cargar nos cargamos hasta sus restos, por increíble que parezca, y sólo nos han quedado algunos fósiles y poco más. Del mejor ejemplar disecado, que se conservaba en el museo de la universidad de Oxford hoy sólo quedan las patas y la cabeza, porque el resto lo arrojó el director del museo al fuego por parecerle que estaba deteriorado. Pobre dodo.
Sin embargo ahora se están desarrollando interesantes investigaciones para extraer ADN de los pocos restos que quedan, que ha permitido conocer más cosas sobre esta enorme paloma que no sabía volar y no conocía el miedo.
8. Perezoso gigante o Megaterio (Megatherium): Extinguido hace unos 8.000 años.
Al contrario que sus descendientes no eran arborícoras, más que nada porque difícilmente los árboles podrían acogerles con los 6 metros que podían llegar a alcanzar erguidos. Convivió con los primeros habitantes de la Pampa argentina y nos han llegado un montón de restos completos. Como curiosidad decir que fue el primer animal armado en un museo, precisamente al de Historia Natural de Madrid, causando tanto revuelo que Carlos III ordenó que le fuera enviado un animal vivo, y si no pudiera ser por su ferocidad, al menos disecado, que haría bonito igual en palacio. Gracias a él conocimos que habían existido especies totalmente diferentes de las actuales y que se habían extinguido.
9. Moa (Dinornithidae): Extinguido hacia el 1500, aunque se cree que pudo sobrevivir hasta el siglo XVIII, pues se habla de avistamientos por parte de marineros a las órdenes de James Cook.
Otro ave no voladora gigante, aunque en este caso ya directamente sin alas, como sus parientes los kiwis. Podía llegar a medir casi 4 m. y pesar 250 kg. Fue exterminada en parte por las águilas de Haast, también extintas pero que fueron las mayores aves de presa conocidas, y en otra gran parte por los nativos maoríes, que con una pechuga de caponata tenían para alimentar a una familia entera.
Ha sido el primer animal extinguido del que se ha logrado extraer el genoma mitocondrial completo, pero ojo porque los 16.997 pares de bases del ADN mitocondrial ahora secuenciados, solamente representan alrededor de un 0,0005% del total de su genoma.
10. Alce irlandés (Megaloceros giganteus): Extinguido hace 7700 años.
Se trata de un ciervo gigante, de algo más de 2 m. de alto, y astas que medían hasta 3'5 m. de punta a punta. También vivió en España, por cierto, pero fue en Siberia donde perduró hasta ver cómo aquellos hombres de las cavernas se hacían granjeros durante el neolítico.
Después de examinar la lista me surgen varios interrogantes: ¿para qué revivir un megaterio con un diente de sable que lo vuelva a extinguir? Claro que siempre podía esconderse detrás del gliptodonte para protegerse. No, en serio, mi primera pregunta fue ¿pero no sería más fácil clonar un mamut, que se han encontrado ejemplos perfectamente conservados?
¿Y qué me dicen del tan cacareado cambio climático? No veo cómo algunos animales iban a poder adaptarse al medio. Por otro lado está lo que el padre de Homer le dice el día de su boda: "si alguna vez viajas en el tiempo, no toques nada, hasta el más mínimo cambio puede tener consecuencias inimaginables". Pero ¿y si en vez de ir al pasado lo trajéramos hasta nosotros? ¿No podrían colaborar en la extinción de otras especies?
Pero sobre todo, por mucho que mejoren las técnicas para obtención de ADN y consigamos secuencias más largas quedaría un enigma importantísimo sin resolver. ¿Quién hará de mamá? Porque vamos, resucitar un dodo desde una paloma, un gliptodonte desde un pequeño armadillo, o un megaterio desde un perezoso enano no parece nada viable. Y finalmente, ¿por qué no invertir esos esfuerzos en evitar que otras especies hoy amenazadas tengan que ser clonadas un día, como sugería Auriga?
Con todo, aunque hoy nos parezca novelesco los científicos podrían decir con Aznar aquello de "estamos trabajando en ellou", y no hay que irse muy lejos para encontrar ejemplos. En Aragón mismo se ha conseguido clonar un bucardo o cabra pirenaica, que se declaró oficialmente extinguida en el año 2000, aunque murió a los pocos minutos. Así que quién sabe si llegaremos algún día a ver animales extintos de nuevo entre nosotros o aprenderemos que resulta más fácil, económico y responsable prevenir que clonar. Y si no, como la canción...