"Yo a mi tía Julita la quiero mucho, pero la pobre se quedó anclada en el franquismo. Con deciros que una vez se encontró a Fraga y le dijo: "Señor Fraga, soy suya".
Claro que era peor cuando repartía caramelos a los sobrinitos y nos decía para que adivináramos el sabor: éste es del color de las almorranas del caudillo. Ya os imagináis que con siete añitos solíamos responder: ¡verdes! ¡amarillas! ¡negras!"(contado por el señor juez).
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on martes, 27 de enero de 2009
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frases grandes
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